Muchas veces me quedo mirando al cielo

Padre Dios:
Muchas veces me quedo mirando al cielo porque me gusta el azul.
Otra veces pienso que para allá se fue Jesús cuando se despidió de nosotros, y me quedo mirando así como si le estuviese diciendo adiós.
¿Sabes que muchas veces miro al cielo sin parar? ¡Es tan bonito!
¡Y me imagino que Tú eres también así, como un cielo azul, grande, tranquilo, y que el cielo es como un abrazo tuyo muy grande, que nos estás protegiendo para que nos sintamos todos seguros.
¡Muchas gracias, Padre Dios, por el abrazo azul de tu cielo!